lunes, junio 19, 2006

¿Porqué será?

Sí, como dice la canción: ¿porqué será... que los que más nos gustan, o están tarados (quiero decir... no cumplen algún requisito Walliense) o no nos convencen? ¿Ley de Murphy o simplemente somos gafes? Socia, dos bombones como nosotras, guapas, simpáticas, divertidas, inteligentes, independientes y sin abuela, han de poder encontrar a su Wally, no desesperemos.
Otra posibilidad es que lo tengamos cerquita, pero el pobre (los pobres) se esconde(n) porque lo(s) hemos asustado. Ten en cuenta que dos mujeres como nosotras apueden espantar al más pintado si no está preparado para el shock de conocer a dos mujeres tan maravillosas como nosotras. Y si estamos juntas no te cuento, los únicos que se atreven son los de la peña, porque saben que en el fondo somos dos trozos de pan, pero así... de entrada... cualquiera se cree que somos tímidas, ¿no? Pero como es lo que hay, si se esconde, pues peor para él (ÉL). Quizás podríamos buscar un cebo para que se acerque (ser más modositas, no bailar en el podium...), pero vestirnos de rojo para no pasar muy desapercibidas, no sea caso que se fije en otras... Hemos de idear una táctica.

Se aceptan propuestas de hombres desinteresados.

3 comentarios:

coco dijo...

Yo creo que lo que os pasa es que sois demasiado exigentes. Veamos; Wallys, por definición, hay muchos, a montones. De hecho, aunque al dar el primer vistazo a la fotografía del libro de buscando a wally, te digas: hoy no voy a encontrar ni uno, cuando analizas con un poco más de detalle la imagen, te das cuenta de que pegas una patada en el suelo y salen trescientos gilipollas con gafas vestidos con una camiseta de rayas. Y encima luego descubres que los muy imbéciles ni siquiera estaban escondidos, porque resulta que una vez localizados, mires a donde mires, se te vuelven a ir los ojos hacia el último que acabas de encontrar. En fín, que en lo único que sí hay que tener mucho cuidado es en aprender a distinguir a Wally de Freddie Krugger, que así, a simple vista, pueden parecer lo mismo; pero no. Petons i arrumacus.

ELEN-ANA dijo...

Tienes razón en tres cosas, cariño:

1- somos demasiado exigentes,pero está hecho a conciencia, no nos vamos a quedar con el primero que pase, así, sin pedir referencias...

2- hay trescientos gilipollas así, pero son gilipollas y no interesan (por lo menos hasta que nos damos cuenta de que lo son)

3- SIEMPRE se te van los ojos al último que acabas de encontrar, que probablemente es tan gilipollas como los trescientos anteriores, pero nosotras estamos convecidas de que es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Lástima que se acaba demostrando...

Un beso, Elen

ELEN-ANA dijo...

A ver coco, no puedes decirnos que somos demasiado exigentes, que va, ni por asomo... lo que ocurre es que el mercado está en decadencia, la producción, además de que ha bajado en número ha decaído tb en calidad y en I+D+i, o sea, investigación, desarrollo e innovación y todo ello nos hace parecer exigentes, pero nada de eso, es que nosotras, "ambas dos" nos merecemos un señor wally. Pero, es que no nos vamos a conformar con cualquier cosa? nononono, además para eso siempre hay tiempo.
Ay socia, lo que nos va a costar encontrar un hombre desinteresado... en fin, ahora la búsqueda es más complicada, primero un desinteresado que opine y luego al/a los wally/s en cuestión. Cada vez se complica más el asunto!!!!!!