Semana 7, bis: La cocina… Otra gran desconocida
Si los hombres son un enigma, los quehaceres culinarios tampoco parecen ser lo nuestro, aunque a base de perseverancia y fuerza de voluntad todo se acaba consiguiendo.
Sábado: Todo parecía perfecto; nos prepararíamos una sencilla ensalada, un vinito y, mano a mano, procederíamos a “una de sofá” para ver una de nuestras películas favoritas: El diario de Bridget Jones. Pues bien, señores, descubrimos que la preparación de una simple ensalada puede durar cerca de hora y media. La mezcla de ingredientes fueron 2 minutos, pero cuando intentamos caramelizar el queso de cabra echamos de menos a nuestra mamá.
Antireceta: No poner nunca una cantidad a ojo de agua y espolvorearla con azúcar. No cuajaba… más azúcar… más…, mucho más… y al final se solidificó tanto que se convirtió en un engrudo inservible. Risas, eso sí, muchas risas… pobre Zipi y pobre Zape!!!
Sábado: Todo parecía perfecto; nos prepararíamos una sencilla ensalada, un vinito y, mano a mano, procederíamos a “una de sofá” para ver una de nuestras películas favoritas: El diario de Bridget Jones. Pues bien, señores, descubrimos que la preparación de una simple ensalada puede durar cerca de hora y media. La mezcla de ingredientes fueron 2 minutos, pero cuando intentamos caramelizar el queso de cabra echamos de menos a nuestra mamá.
Antireceta: No poner nunca una cantidad a ojo de agua y espolvorearla con azúcar. No cuajaba… más azúcar… más…, mucho más… y al final se solidificó tanto que se convirtió en un engrudo inservible. Risas, eso sí, muchas risas… pobre Zipi y pobre Zape!!!

Repetimos la operación… Siguiendo los consejos del Arguiñano al final la cosa tomó forma. (ver resultado final en la foto).

La sesión de cine
Mantita, cojines, mandos, cenicero, vinito; todo preparado, pero… ah, sorpresa el dvd no lee el disco! Estarán sucios los cabezales? Tengo un cd limpiador! Lo introducimos y con nuestros amplios conocimientos de chino fuimos pulsando las teclas que nos indicaba la chinita, hasta que, oh milagro, empezó a hablar en español… creo que fue peor, aún entendíamos menos… Gracias, pero, hay alguien más? Nos pareció incluso que decía nuestro nombre y nos explicaba la receta del queso de cabra… sería el vino? Jajajaja. Total, que acabamos en la cama viendo la peli en el ordenador, y luego vino el Okupa y se agregó, hay que ver lo que da de sí una cama… Y eso que ya había advertido el pobre que sólo había un sitio donde le molestaría que les acompañara la “hermanita”… hala, por hablar, jajaja.