Semana 25: En busca de la comida perdida y Sant Joan

Viernes noche: cenita tranquila de niñas en Zipicasa. Nos disponemos a preparar los manjares comprados por Zipi. (Fui expresamente a buscarte lo que se que más te gusta, puedo jurarlo… Pobre Zipi…) “Te he comprado quesitos” Quesitos???? Ande tan los quesitos? No tan. “M…. me los he dejado en el super”. Preparamos la ensalada. “Te he traído tus tomatitos cherry” Tomatitos cherry?????? Pos tampoco. A Zipi le asalta una terrible duda: “¿Los habré tirado con las bolsas de basura?” Lo mismito que pasó con las instrucciones de la mesita… manía con ir al container!!! Es que no puedo estar quieta…, no será que se me cae la casa encima y cualquier excusa es buena para salir a la calle? Ante la alternativa de quedarse sin quesos y tomates, Zape no se arredra: “Vamos al container”. Y ni cortas ni perezosas, sin caérseles los anillos, todas puestitas ellas, que salen a la calle como alma que lleva el diablo. Como unas homeless cualquiera, y conteniendo el aliento (por el aroma que se desprendía de su interior) abren el contenedor (abren? Si casi desmontamos la tapa!!! Dio una vuelta de campana!!!), y observan, con desaliento, que las preciadas bolsas del súper (Consum, que todo hay que decirlo… el de al laocasa) están, cómo no, en la parte más inaccesible (bueno, es que lo nuestro es lo inaccesible, no nos engañemos…). Palo!!!! (más bien punta de la escoba, la de bruja…) Pinzas de cocina!!!! Vuelta a Zipicasa a proveerse de las armas del rescate (y mi angelito asustada pensando que salíamos a matar a alguien) y, armadas adecuadamente, consiguen, al fin, la preciada bolsa (di que tuvimos suerte, fue la primera que pescamos, porque fue pesca, y de altura, que lo nuestro nos costó llegar hasta el asa y clavar el anzuelo), en cuyo interior, efectivamente, se encontraban las perdidas viandas (envasadas, eh!!!). Lo que pudieron pensar los vecinos que nos vieran, todas monas, vestiditos y tacones, escarbando en la basura, Inventé un verbo para eso: basurear, lo hacía mi perra… en fin, mejor no pensarlo. Y qué más da? Déjales que piensen, que poco abunda eso… Zipi, si en aquel momento pasó el hombre de nuestra vida, lo hemos perdido definitivamente. Existe eso?, jajaja, y si existe y se espanta por tal hazaña… no es ÉL, te lo aseguro; Mi ÉL nos ayudaría.
La pena fue que le amargamos la cenita a la pobre Sunshine, al explicarle la zipizapada del rescate a medio comer (es que además venía de hacerse la mani-pedicura, no podía ponerse en el papel). Creo que en aquel momento se le quitó el hambre de golpe. Zipi, no tenemos delicadeza, ni vergüenza. Pero nosotras sí cenamos, sólo faltaría, después del esfuerzo que nos había costado!!!!!!! Y lo contentas que íbamos con nuestra escoba, las pinzas, los quesitos y los cherry? Nos lo habíamos ganado con el sudor de nuestra frente. Eso vale un Potosí, no nos lo quita nadie. Y lo demás son puñetas!!!, o no?

VERBENA

Por fin, por una vez, fuimos de invitadas, a mesa puesta y cava servido, bueno tú coca light, cosecha Vallromanes, que como bien dices tu ración de etil del 2007 te la acabaste la semana pasada (vale ya con el temita!!! Pobre Zipi!!!) de señoritas y sin tener que arreglarnos después de que todos los invitados nos vieran con pantalones cortos, chancletas y sin pintar (si, reconozco que ese es un trauma que tengo). Esta vez, entrada
triunfal, monísimas de la muerte, con nuestros vestidos nuevos, taconcitos y arregladísimas (dilo ya, no te contengas, que revientas… de princesas???, jajaja). Los tacones duraron hasta las 4 de la mañana, aproximadamente. Zipi, es la segunda vez que lo hago en dos semanas, esto es una mala influencia por tu parte, YO no me descalzaba cual gitana, ni tengo ningún interés en pertenecer a la tribu de los “pieds noirs” Pues tú te lo pierdes, es una gran tribu… Si conocieses a mis indios y los entendieras..., pero esa es otra historia, que pertenece a un blog secreto, je je. A las 6 o 7 de la mañana (ya ni lo sé), quedamos los de siempre. Igual era antes porque entre indecisiones, y caravana tricoche con recorrido por la comarca incluido…), los impresentables.
Después vino la gran traición: Zipi abandonó a Zape. Me hiciste dormir en la casa del padrino I con 5 hombres, Zipi!!!!! A ver, el plan era llegar en 5 minutos a Vallromanes, no hacer un recorrido turístico por la comarca y alrededores... Entre ellos el suicida, que, ya sabes, se quita la camisa en menos que canta un gallo. Ese es inofensivo,tranquila. Menos mal que Arq se encargó de despertarme dulcemente (y dale con los mensajitos dulces, cuidado no te pongan sacarina) y se me pasó el rebote, que sinó me oyes!!!!!!!! Si te oí, bueno, mejor dicho te leí, el mensaje rezaba asi: TRAIDORA!!!

Zipi y Zape