Todo son buenas intenciones hermanita. Si si, líbrenos Dios de las “buenas”intenciones de según quién. Cenas sorpresa, bueno yo lo llamaría emboscadas donde las haya. Tú sabes que yo soy pequeñita, digamos tamaño bolsillo… Pues por increíble que parezca CT me trajo dos PM (posibles maridos) a los cuales les pasaba yo un palmo, si, a ambos dos…, vale que llevaba tacones… pero aún así… cómo les presento yo a mi niño? Hay cosas que caen por su propio peso, en este caso altura… Jajajaj, pero no me dijiste una vez que no te importaba la altura? Y ya se que no hay que ser tan exigente, no señor, que si son buenas personas, que si bien situados –uno cónsul y el otro banquero-, que si son divertidos, que si adoran a los niños… Zipi, tanta cosa buena no podía ser, allí había gato encerrado clarísimo. (gatitos diría yo, pequeñitos).
Ayyyyyyyyy, me quedo con el mecánico de la esquina, que me pasa dos palmos, tú me entiendes, verdad Zape, no es que discrimine pero… en eso sabes que tengo el estómago delicado y por eso precisamente pasa lo que pasa, harta estoy ya de escuchar una y otra vez “a ti lo que te conviene”…
Mira, como yo sabes que en lo de la altura yo tengo una debilidad, mejor no te digo nada.
Y el cónsul se inventó una historia para no dormir: dijo que yo había construido un castillo con un foso alrededor y que detrás del foso había puesto cocodrilos para que no pudiera pasar nadie (y eso que no le dije que en mi alcoba he puesto una cerradura y que los habitantes de la casa le llaman la fortaleza… )
Ése debe ver el Canal Disney cada día. El banquero fue más ingenioso, me preguntó si yo pertenecía a las fuerzas armadas, tengo pinta de coronel?
Bueno… pinta pinta, no, pero un poco mandona sí eres, eh? Lo peor… CT amenaza con más hazañas… tengo más PM, dice… pánico me da, pero esta vez le he hecho un croquis, o me voy a engordar con tanta cena.
Pero no le has pasado las carácterísticas de Wally? O ya has desistido de tanta perfección? Uyyyyyyy, ya desistí, creí encontrar a uno una vez pero debió meter la camiseta en la lavadora con agua caliente y se le cruzaron las rayas.
O era miope y no te vio bien.
Entre PM y PM el domingo, arrastrada por una fuerza irresistible volví a las cumbres, ellas me entienden, desde allí se ve todo mucho más fácil. Tenía una última pregunta que hacerles y ya… se pronunciaron. He visto la luz
¿Y a la cabra? ¿Has visto a la cabra? ¿Le has dado recuerdos de mi parte? No, a esa te la dejaste tú en el monte la semana pasada, maldita, que me censuraste la entrada.
Yo poco tengo que explicar, (cuando omites me das más miedo…)
Masnou-sur-mèr again, con los de siempre, y alguno más, y vaya alguno, Zipi, no entiendo como los dejan sueltos. (bonita, ahí puestos están muy monos, pero en casa no habrá quién los aguante…)
Ufff, estoy muy caótica y prefiero no explicar, ¿vale? Igual la semana que viene, si me centro… o si me descentro del todo. Centrarte tú? Bueno, dicen que no hay nada imposible, hay quién incluso afirma que “nunca se sabe”…
Zipi y Zape